jueves, 8 de noviembre de 2012

Tres Paredes


Tres paredes blancas, tan solo tres paredes, no entendía aún porque eran solo tres paredes blancas. No es que no existiera una cuarta, es que tan solo se necesitaban tres paredes blancas.

Pintaría una de colores, con todos los habidos y por haber, con todos esos colores, que no siempre recordamos y con todos eso colores que nunca podemos olvidar. Pondría a secar el pincel, siempre después de enjuagar. Observaría la pared, si esta tan solo existiera aquella obra tan bella, pintada en la pared. Unicornios para algunos, bosques gigantes para otros. El arco-iris mas grande que se a dibujado jamas para muchos otros. Perfección total, mas aún así, la pared no estaba donde la había dejado. Aquella pared de colores, parecía alejarse cada vez mas, a un futuro sin igual.

Otra pared, seria tan solo en blanco y negro, suficiente para dar a entender cualquier idea, siendo claro tanto en proceso como en fin. Manchas para unos, tomando formas lentamente, las clásicas en un principio cada vez tomando mas forma y volviéndolo todo mas hacia lo que la gente ve. Aquellas figuras pasadas, que han sido antes pintadas, es tan solo una mancha sobre otra para la mayoría. 

Y es así como llegamos a la tercer pared, aquella pared que aterroriza a todos menos al pintor. Aquella pared que todos siempre vemos sin poder creer. La pared donde esta la verdadera obra, donde están tantas cosas imaginadas que es casi imposible en verdad imaginarlas. Esa pared donde tenemos las pasiones, los amores y los desenfrenos de nuestro pintor que no esta aterrorizado, esta petrificado por el miedo de no poder cumplir lo que todo el mundo espera, de aquella tercera pared.