lunes, 26 de marzo de 2012

Esperanza

Mientras veo el cielo oscuro, de esta noche sin nubes. La luna, brilla sin iluminar, aquel gran espejo sostenido por la gravedad. Hay cientos de luces que caen, como estrellas fugaces sobre este planeta azul. La destrucción en las calles es algo sin igual, cientos de meteoritos que caen sin preguntarle a nadie, en donde deben caer. No le responden ni a Dios.

Poco a poco los edificios se derrumban, fueron tantas piedras estelares, que nadie pudo hacer nada. El mundo semi-destruido, explosiones por todos lados, todas las construcciones del hombre destruidas. La tecnología ceso de existir, junto con cualquier indicio de vida.

Poco a poco murieron los animales, se fueron los caballos y las jirafas. Se extinguieron los delfines y las ranas, le dijeron adiós a las águilas y los halcones. Se fueron las rosas y los tulipanes, murieron los arboles con frutos y todos los vegetales. La vida como la conocía, todo el mundo, ceso de existir en un breve momento.

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El tiempo ha pasado, ya no hay nadie que recuerde aquel fatídico final de toda la humanidad. Curiosamente, incluso, ya no hay nadie.

Hasta que de pronto un día, entre cientos de escombros de lo que alguna vez fue. En algún lugar donde alguna vez existió una tienda de ropa y una de aparatos electrónicos, de lo pronto una planta surgió. Y aunque en ese momento no había nadie que la nombrara algún día lo habría, porque con ella había renacido la esperanza.

domingo, 25 de marzo de 2012

Ocaso Futurista

El ocaso se pinta de rojo
El sol es tan solo un ojo
Que todo lo ve
Y nada pasa desapercibido

Bajo él las olas se mueven
Moviendo cantidades de cosas
De un lado a otro
Entre un país y otro

Entre las olas del mar
Hay un pequeño barco
De tres metros por ocho
Con un gran motor

Que se enciende como bomba
Moviendo el barco en un ritmo marino
Entre destinos
Al acecho del futuro

martes, 13 de marzo de 2012

Los Colores que Vemos

“Las rosas son rojas” Me dice mi maestro, aquel color que nunca he visto. Nací ciego aunque desde pequeño me han ido educando a los colores. Me los enseñan por ondas de sonido o pequeñas texturas diferentes. “¿Y esto de que color es?” Pregunto, tocando la mesa en la que estamos sentados. “Cafe” Contesta mi maestro sin perder ni un segundo.

La velocidad de su contestación es de lo mas importante, es la forma en que provoca que yo siga preguntando. Pregunto sobre la silla, cafe, el vaso de agua, verde, las flores en aquel florero que compro mi papa para mi mama. “Un clavel y una rosa” dice mi maestro y yo contesto “¿Blanco y Rojo?” “Correcto” me dice mi maestro.

Pasaron meses sin que lo escuchara, meses en los que nadie me platico de los colores. Yo tocaba cosas y trataba de adivinar de que color serian, me di cuenta por la textura de la mesa y el piso que probablemente tendrían el mismo color. Los vasos y el jarrón de flores podrían, a lo mejor, ser de colores parecidos.

Un día llego mi maestro de nuevo, escuche su voz ajetreada. Se le oía cansado, su respiración jadeante. Había adquirido un severo caso de acromatopsia se sentó en la mecedora de mi abuelo, que según yo era de igual color que el piso, y entre suspiro y llanto me contó de lo que era poder ver sin colores.

“Las cosas pierden sentido, y la vida adquiere una rutina indistinguible. Las flores se ven todas iguales, el arco iris es tan solo un puente indistinguible.” Lloraba como nunca lo había oído hacer, hasta que poco a poco se dio cuenta de que ahora estudiaríamos juntos. En lugar de maestro y alumno, nos convertimos en compañeros. Sin embargo los dos acabamos con un extraño nudo en el estomago.

Soñar?

Poco a poco se despierta uno, después de aquella total oscuridad. Abre los ojos pero el exceso de luz es cegador. Se escucha una voz majestuosa “Despierta” sin muchas ganas de abrir los ojos me doy la vuelta y trato de volver a soñar.

Quiero soñar con caer de una montaña, soñar con volar entre las nubes, soñar con el amor de mi vida y aquellos ojos que todavía desconozco de que color son. Me gustaría aquel sueño inalcanzable con olor y sabor. Aquello que nos provoca el no querer despertar mas. Poder soñar de forma decidida, elegir el sueño que me gustaría siempre tener. Sin necesidad de esperar a que mi inconsciente lo haga por mi.

Escucho aquella voz, desde las nubes, “Despierta, hijo mío” exclama con fervor. Pero yo sigo deseando, deseando la tierra de Morfeo. Esperando que al despertar tenga un camino que andar, queriendo poder resaltar entre toda la vida. Mientras los sueños se dan a todo color, en una mayor definición que cualquier televisión la vida sigue siendo negra y gris. Quiero viajar en el bosque, lleno de arboles por todos lados. Imaginar que alguien me sigue, para llevarme a todo lo posible.

Mientras ruedo por los bosques y peleo en la nieve contra un ejercito de clones. Aquella voz sale desde el muñeco de nieve gigante. “Es tiempo de despertar” pero mi mente sigue perdida, entre murmullos visuales y cuadros audibles. Locuras de una mente perdida entre los sueños. Todas esas canciones que alguna vez oí, aquellos increíbles matices. Un sin fin de colores una imaginación sin igual, un impresionante viaje de colores. Una serie de arco iris saliendo de las bocas de todos los artistas que bailan en este concierto de ensueño.

Contesto entre las sabanas, “Cinco minutos mas” y me pierdo otra vez en el sueño. Caigo por una escalera, me golpeo en uno de cada tres escalones. Para tenerla, al final, que volver a subir. El sueño se vuelve inhumano, un oscuro pasado de la mente que no quiere despertar. Un miedo indiferente a querer afrontar.

Mágicamente me logro destapar, mi cuarto esta igual que siempre. Cuando el dueño de aquella voz que no me dejaba soñar se asoma y dice “¿Que quieres desayunar?”

domingo, 11 de marzo de 2012

Polvo Estelar

Vi hoy las noticias, en las que el muy tranquilo comentarista habló del meteorito que se estrellará. Entre noticias de la guerra en Africa y como se rompió el récord mundial del taco mas grande del mundo, han anunciado que hoy se acaba el mundo. “Salvese quién pueda” grito y a correr se echo.

Yo, me tiré en el jardín al cielo voltee y vi, como las estrellas brillaban en el cielo, noche sin luna y sin nubes una grandiosa belleza. Pensaba en lo que existe alrededor de cada estrella, en todos los planetas que pueden estar allá arriba y en como nos toco a nosotros vivir en este preciso instante, y no en algún otro planeta o momento.

Me imagino a todas aquellas personas que viven con nosotros, a todos los que tienen un visible futuro por delante y me rio de ellas. Levantarte todos los días teniendo el día claro como el cielo sobre mi. Me rio del cartero con todos sus días iguales entregando las cartas siempre en la misma ruta, me rio del doctor viendo siempre los mismos problemas sin nada fuera de la rutina. Me rio de todos aquellos cuyos días son siempre iguales.

Me rio de los que me voltean a ver y me dicen que paso todo el tiempo sentado frente al computador o el televisor. Me rio porque mi imaginación me lo permite, me permite crear, me permite vivir, me deja ser lo que en esta vida no soy y nunca seré.

Mientras veo las estrellas e imagino historias entre ellas, las probables naves que surcan el espacio, la infinidad de razas que pueden estar allá afuera. Mientras me rio e imagino el que sería de mi en unos años, el cielo se ilumina con el meteorito que anunciaron en las noticias. He imaginado mis ultimas historias, he vivido con mis personajes pero en este momento mis pensamientos cesan y soy otra vez lo que siempre he sido, polvo estelar.

domingo, 4 de marzo de 2012

Explosion Espacial

Acabo como muchas cosas acaban, entre un sonoro boom y una muy aparatosa explosión. Acabo como cualquier cosa que debe terminar. Entre un mar de risas y carcajadas, acabo cuando debía acabar y ni si quiera un momento antes.

El mundo exploto y en el espacio polvo se volvió, más una nave logro escapar de aquella destrucción. Entre el polvo de estrella que solía conformar un planeta, la nave escapo. Era el clásico cohete espacial con sus cuatro alas pintadas de negro y el resto del aparato blanco, una tierra dibujada en cada ala en la parte mas gruesa.

Mientras un planeta y una nave escapaban de si mismos, el capitán del objeto volador continuaba su mensaje a sus coterrestres. “A partir de este momento dormiremos, a un futuro mejor algún día lleguemos. Mientras tanto cierren sus ojos y sueñen con lo que harán llegando a el”

Ilyad trato de cerrar sus ojos verdes, pero la ausencia de sueño no se lo permitió. Era el único Capitán que logro escapar de la destrucción terrestre junto con los pasajeros a bordo del cohete. Se asomo por la ventana y creyó imaginar aquella esfera flotante por un segundo. Mucho tiempo había pasado fuera de ella y cuando volvió por ultima vez no pensó que esta sería la ultima. Aquellos mares, aquellas playas y todos los animales que terminaron por fallecer al finalizar el tiempo de nuestro planeta.

Su mente daba vueltas y termino por apretar el botón que lo dormiría hasta que llegaran a un lugar mejor. La puerta de su cápsula se cerro y vio su reflejo en esta, aquellos ojos viejos, aquel pelo que solía ser rubio, aquella nariz respingona y aquella boca llena de arrugas con ello en mente durmió. Durmió para despertar en un futuro en un planeta nuevo.

En un planeta lleno de vida donde finalmente alcancemos aquello que deseamos en verdad.