Destruccion Espacial

Me encuentro solo, sin nada en el camino. Nada en el pasado y nada en el futuro. Que queda por hacer mas que los delfines que tan solo nadan. Los intentos infructíferos han sido y la humanidad a llegado por fin a su destino.

"Nos encontramos hoy, aquí presentes. Nosotros y ustedes, espero que su camino los haya traído a esta orilla del río." Exclame con frío.

La lluvia es radioactiva y llevamos 22 días sin agua potable, las reacciones comienzan a sentirse. Los ojos de la gente brillan, deshechos bioquímicos se encuentran en los mares. La mayoría de los animales extintos.

La tierra esta desolada y el fin se acerca, será también el nuestro? o como siempre lograremos al final salir de esta?

"Veo sus ojos llenos hasta el alma de miedo más no esta por preocuparse, hermanos míos, que el final se acerca y de esta saldremos como siempre lo hemos hecho." Trate de verlos a todos a los ojos, mas ellos eran muchos y mis ojos viejos.

Comenzó desde hace siglos, sin embargo, fecha exacta es imposible de apuntar. Algunos fueron causales y otros casualidades pero al final este planeta se volvió un lugar inhabitable.

Fuimos nosotros los únicos sobrevivientes. De aquella guerra espacial la cual al final dejo a una sola raza para gobernar.

"Nosotros" Exclamé regocijado "Somos lo ultimo que queda de nuestra especie, de nuestro mundo y de nuestra galaxia y el dia de hoy representa la salida de este planeta hacia uno mejor"

Sin Sonido

Me imagino entre tus brazos, con aquel abrazo refrescante. Huelo tu cabello con olor a rosas y vuelo entre las nubes de mi imaginación.

Viendo tus ojos de aquel color que tanto me fascina, tus labios que me encantan y el cuerpo que tanto me gusta. Añorando el momento de volverte a abrazar, de sostener tu cuerpo entre mis brazos y poder viajar. Sin ningún rumbo en particular, con la cabeza en alto. Entre los edificios de esta ciudad, entre las vidas de tantas personas que habitan en ella. Viajando como uno mas, siendo una persona mas del montón, mas hay algo extraño el día de hoy. Hace falta algo, alguna especie de sonido.

Grito hasta que mis pulmones no dan mas, pero no es eso lo que falta. Acelero el coche hasta el fondo, pero el motor se sigue escuchando, tampoco es aquel sonido. Le subo al estéreo pero la música no es el sonido que falta. Tampoco son los ruidos de la ciudad lo que me falta escuchar. Hasta que de pronto me doy cuenta, que mi corazón no late más. Alguien se lo ha llevado de mi pecho.

Perdido

Suelta y permite escapar, de esta prisión inexistente. Quiero poder volar, entre cuervos y palomas. Escuchar a las aves cantar, entre el tiempo y mi vida viajar. Hazle un favor al mundo y dame mi libertad.

Mi corazón esta herido, mis ojos ya no ven mi destino. Mi mente sueña con mil futuros y no se cual es el mío. Quiero poder navegar, por todos los ríos. Quiero poder actuar sin ese miedo a perderlo todo y al fin, no se que es lo que necesito.

Perdido entre mil personas, cada una diferente. Pero todas vestidas iguales ese uniforme que anula la diversidad y nos convierte en animales de ganado. Actuando por el futuro que desconocemos pero al que algún día todos, sin falta, llegaremos.

Dame mi libertad, dame una ropa diferente para apartarme del resto y poder ser igual. Enseña un futuro que seguir, uno donde no todo este perdido como el que veo aquí. Deja ver la situación que nos permita todos poder salir de aquí, arreglar lo que hemos descompuesto y que algún día los puentes que queme guíen el resto de mi camino.

El Fenix

Esperemos que la noche se ilumine, el horizonte de luces se llene y en la tierra y en los cielos ardan los caminos. No hay ningún camino por el cual salir, encerrado en un cuarto. Cuatro paredes a mi alrededor, pintadas de color azul. Ni existen ventanas ni puertas. Un piso blanco cubre el suelo, lleno de sangre que no es mía. No queda ni un alma mas en el salón.

No veo a nadie a mi alrededor, me he quedado solo en esta gran habitación. Se extiende infinitamente un suelo de mármol bajo mis pies, los cuadros intercalados de blanco y negro miden mas de un par de metros cada uno. Mármol de Rosa Aurora, columnas de granito y un candelabro de aproximadamente 3 metros de majestuosa belleza cubren el centro del cuarto. Tanta belleza y no hay con quien disfrutarla. La vida majestuosa y nadie con quien acompañarla.

Se escuchan voces a lo lejos, vienen por mi. Me llevaran lejos de aquí, a un futuro mejor. En un lugar abierto y despejado, con todos los caminos quemados. Se ven llamas en el horizonte, de todos los puentes que he quemado. Mis alas se han quemado. Los campos de cenizas se han llenado.

Pero algún día, el ave renacerá. De las cenizas el vuelo retomara y yo tan solo espero, que los caminos que he quemado alumbren sus noches.

Vida

Paso a paso, avanzando en el presente, las hojas se marchitan y se caen. El horizonte se torna blanco lentamente, y de pronto todo renace. De la tierra salen frutos, todo se torna de color. El blanco y negro, pasa a un increíble matiz.

Sin paso atrás, añoro el futuro que quizás llegara. Viajando por un túnel serpenteante, de colores ondulantes. Los colores se colapsan sobre si mismos, creando el lugar. Todo esta conectado, cada punto por una infinidad de lineas, Todo con todo. Poco a poco los colores se desdoblan, tan solo para volver a caer y yo vuelo, como la paloma que soy. Viendo el desdoblar de la vida, el avance de las estaciones y la infinidad de colores.

Un torbellino de formas, una cantidad indescriptible de color. Un futuro inigualable excepto por las ganas de luchar. Una vida llena de amor, llena de guerras en contra del odio, con toda la fuerza para triunfar.

Vuelo por los cielos, anunciando paz. Más la guerra apenas comienza, las banderas se izan por todas partes, provocando hasta a los mas pacíficos. El cielo y los mares se tiñen de rojo. La luna ha desaparecido y el sol alcanza cualquier rincón.

Estirando mis alas bajo el cielo, llorando a los caídos sobre el suelo. Añorando el fin de esta guerra inacabable. Imaginando el futuro próximo a mis sueños, olvidando el pasado indestructible y viviendo en este presente memorable. Volando sobre todos, habitando cualquier corazón. Ayudando a cualquiera a poder sobresalir.

Tiempo

Volando por los aires de la ciudad, admirando los edificios que surcan por los cielos. Veo hacia arriba y ni si quiera se ven nubes. El suelo rojizo reflejando al sol. Las personas, cuasi-hormigas, caminando por las calles. Cada una en su propio plan, con su propio camino y su tan singular destino.

Las ventanas de los edificios me reflejan, pero de pronto un agujero negro se aparece en el centro de mi ser. La luna se planta en el medio del cielo, las estrellas no brillan en esta noche de miedo. El vacío penetra mi alma, la ausencia de luz tortura mi mente. La oscuridad total asusta a mi alma y nada ilumina el futuro.

La luz se ha ido, el futuro se ha dormido. El pasado ha muerto y el presente esta estancado, estancado en este mundo extinto. Yo un simple cuervo, vuelo por los cielos. Sea de noche o sea de día, con o sin nubes, llueve, truene o relampaguee surcó por los cielos pensando en todo lo que veo.  Imaginando el futuro que nunca llegara, extrañando el pasado que se ha ido y deseando que este presente indeseable algún día terminé.

Más vuelo por los cielos, ajusto mi ruta al pasar del tiempo. Sigo adelante, sin detenerme. Observando a todos los inconscientes que avanzan en su vida sin percatarse del tiempo que se acaba, segundo a segundo, minuto a minuto, una hora a la vez y una vida a cada instante.

El Agujero en la Pared

Hay un agujero en la pared, cada día se agranda un poco mas. Al principio nadie lo vio hasta que poco a poco se hizo notar.

La pared es de ladrillo, ni tan delgada ni tan gruesa, solía haber un ladrillo sobre otro y poco a poco se fueron perdiendo. Al primer día tan solo faltaba uno. La pared miraba, todos los días hacia la calle. Veía pasar a niños, a parejas, a adultos y a cualquier clase de persona. La pared lo observaba todo, los golpes y los gritos, los besos y los abrazos.

El muro fue lo único que miro aquella violación hace tantos años, la pared es la única que recuerda aquel anillo de diamante que uso un joven para proponerle matrimonio a su esposa, pareja que después de tantos años esta por divorciarse. Es lo único que recuerda aquel asalto y el ultimo beso de una pareja que llevaba tantos años de casados antes de que a el le diera un paro cardiaco.

Tantas historias en aquella calle, la lluvia de tantos días. Los niños jugando a las escondidas, las tantas caídas al aprender a andar en bici. Las miles ventas de droga a altas horas de la noche, a los mismos niños que alguna vez se escondieron. Todo ello solo lo recuerda la pared, aquel muro que nunca duerme.

Esa pared de ladrillo rojizo, en medio del callejón. El muro posterior de una casa, con treinta metros de altura y una reja en la parte superior. No mucha gente ha pasado por el callejón, pero a todas ellas la pared las recuerda y con todas ellas hay un pedazo de pared. Un ladrillo tomado hace mucho tiempo. Un ladrillo que llenaría cada hoyo, una forma de suplir lo que cada quien ha tomado desde hace tanto tiempo en esta calle de la ciudad.